Un bombero de imagen perfecta y una estudiante universitaria con curvas encuentran que los opuestos se atraen cuando él arruina su fiesta.
Rory.
No soy una chica fiestera. Tendría que haberme imaginado que la primera vez que hago una fiesta, el jefe de bomberos vendría a terminarla. Pero no puedo enfadarme demasiado cuando veo al jefe de bomberos. Me enojo aún menos cuando tiene que sacarme del edificio.
Adam.
Terminar las fiestas es una pérdida de tiempo. Pero cuando conozca a la hermosa y curvilínea chica que la ha organizado, se que me gustaría organizar una fiesta con ella. Una en el que seamos los únicos invitados. No tenemos nada en común. Soy demasiado mayor para ella. Aun así, una vez que tengo a Rory en mis brazos, me cuesta mucho dejarla ir.
Publicar un comentario
Publicar un comentario